La Troje, construcción del siglo XVIII, fue
inicialmente consagrada, primero, a la actividad sacra, posteriormente al almacenamiento de granos y
aprovisionamiento de productos agrícolas. En la actualidad, sólo almacena cultura. Esta construcción histórica preservada y restaurada, está
considerada como el único vestigio de la arquitectura colonial en al área
periurbana de Cochabamba y ahora forma parte del patrimonio tangible de la ciudad.
Dócil al proceso evolutivo, La Troje empapada de
memoria, rescata la esencia de lo que fue un
granero y se consolida ahora como un semillero
de arte y cultura; en un proceso vital
toma conciencia a través del ser humano que se busca a sí mismo por los caminos
del arte en sus diversas formas de
expresión, surgiendo así, la voluntad de sentir y transmitir una realidad aparte.
En la Troje…
Se abrigan semillas: capacidades humanas y
artísticas
Se germinan iniciativas: creaciones, ideas,
experimentaciones
Nacen: propuestas
Crecen: manifestaciones,
movimientos artísticos
Se cultivan: sentimientos,
sensaciones, creencias, vida
No hay comentarios:
Publicar un comentario